Las emociones son siempre difíciles de gestionar. Algunas veces, las menos, logran ser barruntadas con tiempo suficiente como para ponerles coto; otras, en cambio, asaltan sin previo aviso. En ese sentido, y tomando únicamente las emociones auténticas, esas que no admiten ser anticipadas, podría decirse que las canciones son grandes catalizadores de las emociones: desencadenan, … Sigue leyendo La última sorpresa (hasta siempre, maestro)