La piel del lobo (culpables placeres de infancia)

El sonido se hace imagen, la imagen se transforma en sonido, cuarenta principales y fuera el mundo que gira más perezoso, recreándose en la incertidumbre del fin de semana, una casa deshabitada, misa oscura en su interior, imágenes en azul y negro, los gatos no maullarán, coros sinuosos emplazándote al espectáculo vedado del viernes noche, … Sigue leyendo La piel del lobo (culpables placeres de infancia)

Al final de este viaje (de ética y principios)

La reivindicación imprudente de principios y derechos jamás necesitados continuaba su curso. Seguíamos siendo jóvenes después de todo, y al impulso autodestructivo generado por el rock, a la pose atormentada de quien escucha y hace alarde de canciones retorcidas, de esas que sugieren más que muestran, era necesario también añadir las dosis justas de conciencia … Sigue leyendo Al final de este viaje (de ética y principios)

La última sorpresa (hasta siempre, maestro)

Las emociones son siempre difíciles de gestionar. Algunas veces, las menos, logran ser barruntadas con tiempo suficiente como para ponerles coto; otras, en cambio, asaltan sin previo aviso. En ese sentido, y tomando únicamente las emociones auténticas, esas que no admiten ser anticipadas, podría decirse que las canciones son grandes catalizadores de las emociones: desencadenan, … Sigue leyendo La última sorpresa (hasta siempre, maestro)

El espíritu del vino, caminos de exceso

De Héroes o del Último. Debate absurdo y periférico, pero al que todos nos prestábamos aun cuando ninguno de los dos grupos seguía ya en activo. Yo me declaraba del Último y blablablá. Luego estaba El espíritu del vino. Excepción que confirmaba la regla, álbum complejo, excesivo, al que me había entregado primero con reservas … Sigue leyendo El espíritu del vino, caminos de exceso